El presidente de México fustiga diariamente a los periodistas mexicanos. De algunos de ellos ha dicho que «mienten como respiran», de otros ha dicho que publican inmundos pasquines. Pero en el caso de Julian Assange, López Obrador se ha convertido en su mayor defensor; así como lo fue de Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel. AMLO ha llamado a Assange como el mejor periodista del mundo y por ello amagó al gobierno de los Estados Unidos: «Ya hay que empezar con la campaña de si lo llevan (a Assange) a Estados Unidos y lo condenan a pena máxima y a morir en prisión, hay que empezar la campaña de que se desmonte la Estatua de la Libertad que entregaron los franceses y que está en Nueva York, porque ya no es símbolo de libertad».
Seguramente el gobierno de Joe Biden se lo va a pensar seriamente. Vale recordar que el presidente López Obrador amago en una ocasión anterior con no ir a la Cumbre de las Américas si no iban sus cuates los presidentes de Venezuela, Cuba y Nicaragua. ¿Qué consiguió el presidente de México? Pues quedarse en casa a ver la cumbre por televisión.
De igual manera, el gobierno de Estados Unidos tomará estas bravatas del presidente de México como las locuras de un mandatario que piensa que lo que hace en México lo puede hacer también en territorio americano.
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