Mucha consternación ha causado la noticia del asesinato de siete miembros de una familia, incluyendo a un menor de edad. Esto ocurrió en Boca del Río, en el domicilio de la familia Castillo Candela, dedicada a la venta de carnes. Señala el periodista Ignacio Carvajal que los miembros de esta familia «eran originarios del municipio de Lerdo, Durango, el mero corazón de la zona Lagunera. El patriarca, José Luis, y sus hijos e hijas, contaban con una cadena de carnicerías en la zona centro de Veracruz puerto». Al parecer la familia abarcó buena parte del mercado de carnes selectas, con varios negocios en el puerto de Veracruz.
«Sobre su crimen -señala el periodista-, los operarios que ejecutaron esa misión, usaron silenciador y pudieron meterse a la casa sin usar la violencia. En la escena, las autoridades no encontraron casquillos. Trabajo de sicarios profesionales. Aunque algunos medios comentaron que pudo tratarse de un robo, otras líneas indican que podría tratarse de una vendetta, el gobernador de Veracruz confirmó en rueda de prensa que son tres las líneas de investigación».
El crimen ocurrió el domingo 3 de julio a las 23:45 horas, cuando el Carnaval de Veracruz estaba en pleno. Este detalle hace pensar que los criminales tenían todos los detalles de su plan bien estudiados.
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