No cuida sus palabras el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que varios ministerios de Relaciones Exteriores le han reconvenido incluso por su tácito intervencionismo. No cuida sus palabras y luego sale con que él no dijo lo que dijo. Esta vez, con tal de atacar al publicista Carlos Alazraki, a quien califica como un adversario de mucho tiempo atrás, se va contra la comunidad judía.
En su conferencia mañanera, enterado de que la comunidad judía le reprocha las expresiones relacionadas con el régimen nazi, el presidente respondió: «Yo respeto mucho a la comunidad judía, pero es no quiere decir que toda la comunidad tenga una especie de patente de corso para poder dañar, afectar un movimiento de transformación, nada más por sus ideales, su pensamiento, su conservadurismo, les repito, su hitlerismo».
Por querer pegarle nuevamente a Carlos Alazraki le dio a toda la comunidad judía, haciendo creer que los judíos en México están tratando de afectar su movimiento, la Cuarta Transformación. Un movimiento que, por cierto, a judíos nacidos en México, pero sobre todo al resto de la población, ha decepcionado de manera contundente.
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