Dentro de la faceta del magisterio, la evaluación de los alumnos es de los aspectos más complicados. El docente no sólo debe evaluar conocimientos y destrezas, también debe tomar en cuenta la actitud y contexto del alumno. De esa manera, al momento de aplicar una calificación, el maestro tendrá la certeza de que su ética como docente estará intacta y el que el alumno estará preparado para entrar al siguiente nivel. No obstante, al parecer las autoridades de la SEP no ven las cosas así.
Resulta que, por segundo año consecutivo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) que comanda Delfina Gómez, ordenó a los profesores de primaria y secundaria no emitir calificaciones reprobatorias para los alumnos. «En todos los casos en que se asiente una calificación numérica en la boleta de evaluación de las y los estudiantes de educación primaria y secundaria, la calificación que deberá registrarse no podrá ser inferior a 6».
Indican las disposiciones que emitió la SEP en el Acuerdo 11/06/22 por el que se regulan las acciones específicas y extraordinarias para la conclusión del ciclo escolar 2021-2022 y el inicio del ciclo escolar 2022-2023, con el propósito de favorecer la reinserción escolar, el trayecto educativo y la permanencia de estudiantes en el Sistema Educativo Nacional. Lo malo es que esa medida, en gran parte consecuenta la flojera de muchos alumnos que no hacen ningún esfuerzo, como lo hacen alumnos que sí son responsables.
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