Se molesta el presidente López Obrador porque en redes critican y hace burla de la obesidad de su hijo Jesús Ernesto. Por ello hasta lo exhibe en la mañanera para pegarle a sus adversarios. Sin embargo, en agosto de 2009, en su afán por criticar el gobierno de Felipe Calderón, Andrés Manuel López Obrador criticó al secretario de Hacienda, en ese momento era Agustín Carstens, quien toda su vida ha tenido que lidiar con su sobre peso.
Decía López Obrador: «En las escuelas donde estos estudian no aprenden. No sabe el secretario de Hacienda. Es más no sabe ni comer. Porque toma mucha Coca Cola, jugos Del Valle, puras aguas puercas, come Sabritas, gansitos, pura comida chatarra». Para ese entonces su hijo Jesús Ernesto, procreado con la académica Beatriz Gutiérrez Müller, tenía dos años de nacido. No sabía López Obrador que esas palabras se le revertirían.
El karma, dicen algunos, otros creemos en la ley de la retribución: «Todo lo que el hombre siembra, eso es lo que cosecha». Hoy día el presidente López Obrador está cosechando parte de los que sembró. Lo que dijo sobre Agustín Carstens bien podría aplicar hoy día para Jesús Ernesto: «Porque toma mucha Coca Cola, jugos Del Valle, puras aguas puercas, come sabritas, gansitos, pura comida chatarra».
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