Yrma Lydya estaba casada con el pseudoabogado Jesús Hernández Alcocer, 58 años mayor que ella. De tres disparos su marido de 79 años la asesinó en el restaurante Suntory Del Valle; previo al asesinato hubo una discusión. Jesús Hernández Alcocer se decía abogado, pero non tenía título, por lo cual fue demandado por usurpación de cargo.
El hombre de 79 años presumía tener muchas influencias en el poder judicial, lo que podría cambiar el curso de cualquier juicio. De hecho, este sujeto fue abogado del nefasto Onésimo Cepeda, cuando al obispo ya fallecido lo demandaron por querer quedarse con la herencia de una viuda de los Azcárraga.