Tras darse a conocer la noticia el profesor anotó en sus redes sociales que no se arrepentía de nada, pues lo único que hizo fue hacer justicia. «Ya estaba harto de las injusticias», señaló. Relató que al llevar a cabo lo cometido sabía de las repercusiones que le traería, pero no le importó. Una vez que la información se dio a conocer el maestro fue suspendido de las instalaciones. Unos días después fue reinstalado nuevamente debido a que los padres de familia habían abogado por él.
Ante los hechos el maestro anotó en sus redes sociales: «Demostremos que todavía podemos confiar en que el bien siempre vence al mal. Como profesor me comprometo a seguir impartiendo una buena educación. Gracias a todos los padres que me respaldaron y pidieron justicia por mí, en serio muchas gracias, Dios los bendiga». Si bien, para los padres de familia de dicha institución el actuar del maestro fue el indicado, la verdad es que es completamente inapropiado que un profesor quiera combatir la violencia con más violencia.