Aurelio Contreras Moreno /
La vida de los muertos está
en la memoria de los vivos
Marco Tulio Cicerón
Tan proclives como son a las más viejas formas de hacer política, Morena y el lopezobradorismo arrancaron abiertamente este domingo la carrera por la sucesión presidencial.
Aunque el acto celebrado en Toluca se quiso presentar como un punto de inicio para el proceso electoral por el cual se renovará la gubernatura del Estado de México en 2023 –sin duda, estratégica de cara a 2024-, la que menos figuró ahí fue la todavía secretaria de Educación y casi segura abanderada al gobierno mexiquense Delfina Gómez; todas las miradas se concentraron en los tres aspirantes presidenciales presentes: el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, el canciller Marcelo Ebrard y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum.
Fue muy notoria la ausencia del coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, con lo cual, para quien sepa y quiera leer las señales, ya no hay duda de que será excluido en su partido y muy probablemente orillado a irse a otro, probablemente Movimiento Ciudadano. Ebrard juega el juego, por si en una de ésas la circunstancia lo llega a favorecer.
Pero sin duda lo que llama más la atención es el encarte ya evidente y la “cargada” de buena parte del lopezobradorismo con Adán Augusto López Hernández, quien pareciera ser la verdadera carta que el presidente Andrés Manuel López Obrador se estuvo guardando hasta que consideró necesario “destaparla”, pues su elección original, Claudia Sheinbaum, nomás no levanta en términos de imagen ni se destaca por su nivel de operación política. O más en concreto, podría ser garantía… pero de derrota.
Y no es que el secretario de Gobernación sea todo un derroche de carisma y simpatía. Por el contrario, es un hombre demasiado rígido, poco expresivo, taimado y muy lejano a ser popular. Pero además de contar con una característica en común con Sheinbaum –la lealtad al “proyecto”- tiene algo de lo que ella claramente carece: un retorcido “colmillo” para hacer política y capacidad de operación.
Además, es paisano de López Obrador, entienden la misma clase de códigos de la “real politik” a lo tabasqueño. El presidente –que es bastante conservador y machista en su concepción sobre el papel de las mujeres en política- se nota más identificado y cercano con un López Hernández que no tiene, por otra parte, los negativos que carga Sheinbaum por su desastrosa gestión en la Ciudad de México.
Como lo señalamos en la anterior entrega de la Rúbrica, las definiciones nacionales se reflejan en las locales. Y el acto proselitista de este domingo fue escenario de adhesiones que habrán de configurar los escenarios de la propia sucesión en el gobierno de Veracruz en el corto plazo.
El polémico presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados durante el último año, Sergio Gutiérrez Luna, se manifestó abiertamente en pro de Adán Augusto López Hernández, lo que podría abrirle el cerrojo de la candidatura a la gubernatura de Veracruz si finalmente el tabasqueño es el elegido para ir por la Presidencia.
El grupo gobernante local, que tiene a la secretaria de Energía Rocío Nahle como su apuesta al gobierno estatal, apoya a su vez a Sheinbaum. Una decisión que no le favorezca a la jefa de Gobierno capitalino podría mover por completo las piezas del tablero de una partida que creían ya tener ganada.
Una cosa es cierta. Entre el arranque formal de la carrera presidencial y la “moratoria” de la oposición para rechazar en el Congreso de la Unión toda iniciativa de ley del presidente, el margen de maniobra se acorta, junto con el tiempo y el poder.
El sexenio ha entrado en su fase de descenso.
Adiós Rafa
Tristísima y lamentable la partida de Rafael Fernández Azcoitia. Luz en su camino y condolencias sinceras para su familia. Descanse en paz.
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