*Son ''corcholatas'' también Moctezuma y Tatiana Clouthier
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / DEFINITIVAMENTE NO se puede hablar de unidad, ni de sellar pactos para fortalecer al Movimiento de Regeneración Nacional y caminar de la mano para asegurar la continuidad de la Cuarta Transformación en el 2024, si de antemano se excluye a destacados integrantes de ese movimiento que al igual que las “corcholatas” del Presidente Andrés Manuel López Obrador, también tienen aspiraciones de participar en la “tómbola” o encuesta que decidirá quién será el abanderado (que no, necesariamente, el futuro titular del Poder Ejecutivo Federal), y eso lo sabe AMLO que siendo el “animal político” que es, se percató del daño que puede causar a MoReNa en caso de seguir excluyendo al Senador, Presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de la fracción guinda en la cámara alta, Ricardo Monreal Ávila, y por ello, tras la reunión de morenos el domingo en Toluca, Estado de México, ha hecho un llamado a integrar al zacatecano, a quien de paso dio la bienvenida al inicio del proceso de competencia interna rumbo a las elecciones presidenciales de 2024, garantizando (aunque esa es otra de las falacias que suele contar) que él no intervendrá en la definición de la candidatura. “No habrá dedazo y será decisión del pueblo”, asegura López Obrador, dejando en claro que todos los integrantes del movimiento que él encabeza tienen derecho a participar y nadie debe ser excluido desde ahora, y en ese instante se pronunció en contra de que el líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila no haya sido invitado a la reunión convocada por su partido en la capital del Estado de México, a la que asistieron Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores y Adán Augusto López, secretario de Gobernación. “Hay que invitarlo a participar”, recomendó López Obrador en torno a Monreal, lo mismo que a Esteban Moctezuma Barragán, embajador de México en Estados Unidos, y a Tatiana Clouthier, secretaria de Economía.
CON SU postura, AMLO busca cerrar los atajos que comenzaban a abrirse, al menos en el rumor, a favor de Monreal Ávila, de quien se dice que podría ser abanderado, finalmente, por el Movimiento Ciudadano o por la Coalición de Partidos de Oposición con cuyos dirigentes guarda cercanía en caso de no ser considerado por MoReNa, sobre todo tras pronunciarse en contra de las encuestas para definir al candidato que buscaría sustituir a AMLO, advirtiendo que pese a la resistencia del dirigente nacional de su partido, Mario Delgado Carrillo, la elección de su candidato presidencial deberá hacerse a través de elecciones primarias y no por encuesta. Y es que el de Zacatecas insiste en la democratización de su partido, pues “yo de las encuestas tengo mis dudas, lo he dicho abiertamente, no voy a cambiar de opinión, las encuestas son fácilmente manipulables”, y ante el argumento del dirigente morenista en el sentido de que no daría tiempo una elección interna porque se tendrían que cambiar los estatutos del partido, Monreal considera que, “si se hacen consultas para el Aeropuerto de un día para otro, se hacen consultas para distintas cosas, ¿por qué no hacer una consulta pública para decidir candidatos? Organizadas por el INE”. También dejó en claro que si lo “batean” en su solicitud de hacer elecciones primarias, ya verá qué hacer (como insinuando que podría aceptar la invitación de otros partidos para participar), aunque dijo confiar en que finalmente se acepte su propuesta porque todavía falta mucho. En ese contexto insiste en que Morena puede organizar dos encuestas: la primera, entre los 10 aspirantes “más representativos”; y la segunda entre los dos o tres finalistas, algo que no es descabellado, “y al que gane la encuesta, a ese es al que yo voy a apoyar, una compañera o un compañero, a ese es al que voy a apoyar, y sin dejar mi trabajo, no voy a hacer campaña, nada más es decir ‘yo apoyo a esta compañera, a este compañero porque fue decisión de la gente del pueblo, porque no fue dedazo’”.
AMLO QUE si entiende de mensajes cifrados, a diferencia de la mayoría de morenos sin fogueo u oficio político –que acaso por ella abanderan a ex priistas o ex panistas como candidatos ganadores en los Estados-, les recomendó, en ese sentido, que si se reunieron el domingo, en adelante que no se límite a nadie (que fue lo que defendió en la Cumbre de las Américas en Estados Unidos y aquí no cumple con la militancia). Y es que el Presidente insistió en que deben desaparecer las figuras del “tapado” y el “dedazo”, reglas no escritas que vienen del periodo del Porfiriato. “Todo eso debe desaparecer, y yo con mucha claridad he dicho (que) no voy a manifestarme por ninguno de los que pertenecen a nuestro movimiento, al partido del que soy fundador, aunque ahora tengo licencia. Todos son mis amigos, compañeros, los quiero mucho y los considero capaces. Entonces va a haber de mi parte una actitud de respeto por todos ellos”.
Y ES que el domingo, AMLO se percató que su candidata, la favorita Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México no las tiene todas consigo, porque si de aplausómetro se trata o de ovaciones, quien arrasó ante los dirigentes de MoReNa, gobernadores en funciones y electos, así como liderazgos Estatales de ese partido fue el canciller Marcelo Ebrard quien acaparó en Toluca los gritos de: Presidente, Presidente, ante el rostro desencajado de la mujer que apoya López Obrador, y esto ocurrió en la cara de Sheinbaum y del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández que, también, se mostró adusto. Lo cierto es que, por supuesto, por no dejar y no salir raspados, todos se comprometieron a anteponer sus intereses personales por los de la nación, y a mantener la cohesión para llegar fortalecidos al 2023 y 2024 cuando se dispute, primero el Estado de México y, posteriormente la Presidencia de la República, aunque habría que ver qué ocurre una vez terminado el periodo de AMLO: si el tabasqueño mantiene un Maximato –como en tiempos de Plutarco Elías Calles-, o se retira de a deberás –como ocurrió con Lázaro Cárdenas del Río a quien por su discreción, solían consultar quienes le sucedieron posteriormente-.
POR LO pronto, a regañadientes, Monreal ya fue incluido entre las “corcholatas” con instrucciones de invitarlo le caiga bien o no a Mario Delgado Carrillo, pero lo mismo a Tatiana Clouthier (al ver que Claudia Sheinbaum es la única mujer pre candidata y no crece) y al embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Gobernación y de Desarrollo Social durante breves periodos de la administración de Ernesto Zedillo, y secretario particular de Francisco Labastida Ochoa cuando este desempeñó el cargo de secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal, en el periodo de Miguel de la Madrid Hurtado. Es hijo de Pedro Moctezuma Díaz Infante y María Teresa Barragán Álvarez, y nieto del general Juan Barragán Rodríguez, diputado constituyente y gobernador de San Luis Potosí en 1917, además de jefe del Estado Mayor de Venustiano Carranza. Es también sobrino de Miguel Barragán, militar y ex presidente de la República, entre 1835 y 1836. Así la historia. OPINA [email protected]
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