Malas noticias para los mexicanos, la inflación en el país azteca sigue siendo muy elevada, tan sólo mayo registró un nivel general de 7.65 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Desgraciadamente, los precios de los alimentos aumentaron 13.36 por ciento. Este incremento les pega duramente a las familias de menos ingresos. Los incrementos salariales para maestros, doctores y policías, que tanto se cacarearon, quedaron demolidos por el alto nivel inflacionario.
Prueba de ello es que el alimento por excelencia en la mesa de las familias mexicanas, es la tortilla de maíz, pues resulta que ésta aumentó de precio 15.65 por ciento y la harina de trigo 23.51por ciento). En el país se estima que cerca del 40 por ciento de la población está en situación de pobreza laboral, es decir, que los ingresos del trabajo no alcanzan para la alimentación de la familia.
Para poder cubrir la brecha de ingresos, se requieren otras fuentes de recursos asociados con programas sociales, transferencias diversas o remesas. Pero eso no es todo, en el caso de los productos energéticos, en mayo la electricidad subió 8.84 por ciento; la gasolina magna 6.81 por ciento, aún con el subsidio que existe y el gas LP 2.36 por ciento. Lastimosamente esa es una realidad que muchos mexicanos no quieren ver.
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