Claudia Guerrero Martínez / Compartimos una carta, donde informa sobre actos de corrupción y anomalías en la Dirección General de Transporte, perteneciente a Tránsito del Estado y ésta depende de la Secretaría de Seguridad Pública, siendo su titular el pillo y señalado por proteger a delincuentes Hugo Gutiérrez Maldonado. Una literal mafia que se dice ser “honestos” y quienes extorsionan, presionan y hasta amenazan a concesionarios para pagar sobornos, moches y “mensualidades”, como cobros de piso. Y el miedoso gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez tolera que sus funcionarios roben y hasta los premia. Compartimos un relato que pone en entredicho a este gobierno de simulación.
En la Dirección General de Transporte se siguen llevando a cabo actos de corrupción y de violaciones graves a los derechos de los concesionarios, la comunidad transportista ya está cansada, pues desde hace más de tres años, los trámites en esa dependencia tiene un costo extra por darles el trámite correspondiente, como las autorizaciones de transferencia, mismas, existen muchas de ellas que no han salido desde el 2020, argumentando no haber sido autorizadas debido al virus del COVID-19, pero la realidad, es el cobro excesivo y elevado para darles trámite, pues existe la instrucción de sólo pasar a firma del Director, únicamente los trámites de las personas quienes pagan la cantidad exigida.
Y esto es muy independiente de lo que se tiene que pagar por Ley en Hacienda del Estado, ya sea por las Transferencias por Herencia o Cesión de Derechos, lo mismo pasa con los Avisos de Emplacamiento, Bajas, subir al sistema a los nuevos concesionarios, así como las liberaciones de unidades que fueron detenidas y enviadas al corralón por los operativos de esa misma Dirección.
No cabe duda que Ángel Alarcón Palmeros es una amenaza, pues se está enriqueciendo a costa del Transporte Público, lleva una vida de lujos a lado de su concubina quien se dice ser la jefa de una oficina en dicha dependencia.
También es bien sabido que Ángel Alarcón Palmeros tiene a su gente en distintas áreas, como a su particular Eduardo Cabrera, también un claro ejemplo es Iván Caselin Segura, quien llegó a esa dependencia con la actual administración de Alarcón Palmeros e inicialmente estaba en la Delegación Jurídica, quien comercializa poderes notariales y claramente no fueron otorgados por los legítimos concesionarios. Lo anterior, para llevar a cabo transferencias por Cesión de Derechos y seguramente otros trámites, por lo que algunas personas al acudir ante esa Dirección a realizar algún trámite, se encuentran con la sorpresa de que sus concesiones ya se encuentran a nombre de otra persona.
Así mismo las concesiones de gente fallecida y sus familiares no dieron el aviso del deceso correspondiente, han corrido con la misma suerte.
Posteriormente Caselin Segura se encontraba en el área de Procedimientos Administrativos sacando dinero de dichos trámites. Actualmente, esta persona se encuentra en la Subdirección Operativa recaudando lo que reportan los Delegados de Transporte de todo el Estado y recibiendo “moches” de los distintos delegados.
Otro personaje y gente de Ángel Alarcón, es Cristian Tejeda Tejeda, quien hasta hace poco se encontraba como encargado del Registro Vehicular y según rumores, por un disgusto con Alarcón lo quitó del encargo, pero no fue removido por éste, después de que mucha gente se ha quejado por cobrar los trámites bajo su cargo, en claro encubrimiento hecho por la gente que trabaja para él y le recauda dinero ordenando y mandando a los distintos archivos que cuenta la dependencia, para “calmar las aguas”.
Estas personas y seguramente muchas otras, junto a Ángel Alarcón se han enriquecido ilícitamente y cuentan con propiedades, pues últimamente, Alarcón Palmeros compró una propiedad en Briones y se dice contar con distintos bienes inmuebles, al sentirse intocable por que rinde cuentas a quien lo colocó como Director de Transporte. Nos referimos a Eleazar Guerrero Pérez, primo hermano del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Por lo que se hace un llamado a la comunidad transportista a alzar la voz, acudir a denunciar estos actos de corrupción a Asuntos Internos o a la Fiscalía Anticorrupción, pues a finales del año pasado quisieron tapar el sol con un dedo, con sus ya famosos módulos itinerantes, mismos, en nada ayudan y mucho menos sirven para frenar la corrupción perpetrada en contra de los concesionarios, haciendo burla del gremio, por lo que exigimos acciones concretas como el despido de toda esa gente, pues de otra forma se seguirá pensando que los mantienen ahí para recaudar el dinero de sus ya famosas raterías.
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