Si los cordobeses creían que ya no podría haber alguien peor que la exalcaldesa Leticia López Landeros, se equivocaron. El ayuntamiento está lleno de recomendados, de gente de poca monta y de sujetos con antecedentes muy oscuros. Ahí está por ejemplo Érick Alberto Gasca Morales, regidor octavo, quien cuenta con cuatro órdenes de restricción emitidas por las autoridades debido a violencia contra mujeres y una de éstas es por haber golpeado a su ex novia.
Otro que también se las gasta es Daniel Hernández del Ángel, encargado de la Dirección de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Córdoba, quien metió a trabajar a sus amiguitas; de él se sabe que ya tiene en la mira unos terrenos del ayuntamiento para beneficio personal. Lo peor de todo es que el apocado alcalde se hace como el tío Lolo, ya que no sabe ni cómo amarrarse las agujetas. Pobre Córdoba, ni hablar, en el pecado tienen la penitencia.