A principios de 2022 el presidente López Obrador mandó al gobierno de los Estados Unidos una nota diplomática para que dicho gobierno explique el presunto financiamiento a la organización mexicana Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). El presidente se quedó como las novias de rancho. En febrero, después de esperar unas semanas dijo: «No, no hemos tenido respuesta y ojalá y pronto se dé contestación a esta nota diplomática porque es indebido, es una intromisión a la vida pública de México el que el Gobierno de Estados Unidos esté financiado a grupos opositores a un Gobierno legalmente constituido».
Tal vez por eso, porque ni lo pelan, AMLO prefiere no mandar notas diplomáticas para exigir las pruebas de que su gobierno está coludido con el narcotráfico: «No, sí están diciendo que yo protejo a dictadores porque eso que tengo acuerdo con el narcotráfico, ya parece que les voy a manda una nota diplomática. No, vamos a ventilarlo, si tienen prueba, que las presenten».
El presidente de México prefiere hacer más pública la vida pública, claro, siempre que no se trate de la vida pública de sus familiares, los cuales se siguen enriqueciendo con sus negocios en lo oscurito.
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