Empezaron por imponer malos candidatos, sin arrastre, además de apoyos en efectivo a los candidatos de Morena. La maquinaria electoral de cada uno de los estados no operó ni antes ni el día de la elección. Hace unos meses el mismo dirigente nacional del PRI lanzaba indirectas a estos dos gobernadores, de quienes dijo: «Espero que no se vayan de embajadores».
Fue demasiado evidente. Tanto Murat como Fayad apoyaron a los candidatos de Morena. Al parecer el gobierno federal amagó a estos gobernadores y les puso en la mesa a escoger, o persecución fiscal y judicial o una embajada en cualquier parte del mundo. Murat y Fayad escogieron la embajada.