El día que catearon la casa de Marlon Botas, a quien buscaban por la muerte de su novia Monserrat Bendimes, su padre, mientras hablaba por teléfono celular, sonreía al mirar a las autoridades y a los reporteros. El día viernes, después de entregarse en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Marlon Botas bajó de la patrulla donde lo trasladaban a los juzgados de Veracruz esbozando una sonrisa. ¿Por qué esa sonrisa? ¿Acaso es un tic familiar? ¿Es una estrategia para simpatizar con la ciudadanía? Marlon Botas es acusado de haber propinado una severa golpiza a Monserrat Bendimes, con quien sostenía una relación sentimental.
De acuerdo con los reportes médicos, Marlon le provocó una fractura de cráneo, fractura de cuello y de brazo. A consecuencia de los golpes le declararon muerte cerebral, por lo que Marlon Botas fue acusado de feminicidio. Más de un año estuvo prófugo, se acusó a los padres de estar encubriéndolo por lo que fueron aprehendidos y confinados en una cárcel.
Recientemente el joven grabó un video en el que ofrecía entregarse a cambio de que liberaran a sus padres. Semanas después de ese video, por su propio pie Marlon Botas llegó a las oficinas de la CEDH para entregarse. La Fiscalía de Veracruz mintió diciendo que sus ministeriales habían atrapado a Marlon Botas en casa de su abuela; la aprehensión, según ellos, se realizó después de una larga investigación.
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