De nada nos sirve que el presidente, antes de soltar un dislate, se excuse diciendo que él siempre dice lo que piensa. Ya sabemos que su gobierno también protege a los criminales, porque el presidente de México los considera humanos. Eso que se lo deje a San Francisco de Asís, como la máxima autoridad de este país él debe proteger a los ciudadanos de los delincuentes, no proteger a los delincuentes. Ahora el presidente, quien siempre dice lo que piensa, reprochó a la UNAM por no haber mandado a sus alumnos de Enfermería y Medicina a los hospitales a atender a los pacientes con covid.
El presidente declaró: «Las enfermeras, la mayoría arriesgó la vida en la pandemia, hicieron algo extraordinario; pero hay una élite, que tiene un pensamiento retrógrada. Es como el caso, con todo respeto, de mi alma máter, de la UNAM; y yo siempre digo lo que pienso, no me voy a callar, a reclamarles de que enfrentamos la pandemia y en vez de convocar a todos los médicos estudiantes a enfrentar, a ayudar, se fueron a sus casas. Eso no debe de hacer las universidades, ni las públicas ni privadas, pero menos las públicas y mucho menos la UNAM».
¿Quién es el del pensamiento retrógrada? AMLO es un presidente que prefiere arriesgar la vida de los jóvenes universitarios, pero que afirma que protege a los delincuentes. Que alguien le diga al presidente que los mexicanos ya estamos hartos de que diga lo que piensa, porque lo que sale de su boca sólo son los dislates que tiene en la mente.
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