Si hay algo que debe preocupar a los mexicanos que buscan un equilibrio de poderes, es que no hay una oposición fuerte e inteligente que represente una alternativa ante Morena. Y es que independientemente del romanticismo y preferencia que se tenga por el partido del presidente, en la mayoría de los estados donde son gobierno, no han entregado buenas cuentas. Sin embargo, los partidos opositores no han sabido capitalizar ese descontento.
Al menos así lo demuestran los resultados de la encuesta del diario Reforma, donde se puede observar que el jefe del Ejecutivo federal tiene una aprobación de 62 por ciento. Estos resultados, son un verdadero balde de agua helada para los partidos opositores. Diciéndolo en palabras del propio López Obrador: «a este gallo no le quitan ni una pluma».
Esto se pude constatar ya que, a unas cuantas semanas de las elecciones de gobernador en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca y Tamaulipas, en cuyas cuatro últimas aventaja claramente la coalición de Morena. Y desde luego, estos futuros gobernadores se lo deben agradecer al codiciado respaldo popular de López Obrador en esos estados. Ni hablar, al menos en estos estados, habrá Morena para rato.
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