Después de llevar a cabo el crimen, Sakamoto acudió a su bañera en donde se quitó la vida con una especie de espada. Las autoridades comunicaron que el hombre hizo práctica del Harakiri. Cabe señalar que en Japón el harakiri es una tradicional manera de arrebatarse la vida.
Tras la noticia del exprofesor revelaron que en la escena estaban dos cartas, una era dirigida para Mario Sakamoto, el hijo de la pareja, la otra carta fue escrita para una trabajadora que estuvo siempre para ellos en su domicilio. Hasta el momento el caso sigue dando de qué hablar. Ante la situación el hijo no ha querido platicar con ningún medio de comunicación.