Tenga usted por seguro que el grito sonoro de «¡presidente, presidente!» en favor de Adán Augusto López, se escuchaba hasta la avenida Plaza de la Constitución número 2 de la Colonia Centro. Seguramente el azoro y el enojo de la inquilina de las oficinas de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México eran evidentes. «A ver, a ver, vamos a poner a consideración, vamos a hacer una especie de encuesta, de consulta rápida, breve ¿Verdad –díganme sí o no-, verdad que tenemos un buen Secretario de Gobernación?, preguntó el presidente López Obrador a diputados aliadas y aliados en Palacio Nacional».
Fue en ese momento donde muchos presentes interpretaron ese acto como un destape presidencial para su paisano, Adán Augusto López, hoy poderoso secretario de Gobernación. Ya para taparle el ojo al macho, Sheinbaum Pardo celebró que se haya terminado la época del “tapado” y el “dedazo”, donde el presidente elegía a la persona que lo iba suceder. Sin embargo, aclaró que hay dar “tiempo al tiempo” cuando se le preguntó si contenderá por ser la candidata presidencial.
No obstante, los que saben leer entre líneas e interpretar los tiempos los tiempos políticos, consideran que el presidente López Obrador estaría dejando de lado a Claudia Sheinbaum Pardo, quien debe de entender que su mecenas, poco a poco se alejará de ella. Así es la política en la 4T.
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