Fue por medio de Mario Maldonado, por su relevancia en el ámbito periodístico, que muchos nos enteramos del audio que contienen las conversaciones de Alejandro Gertz Manero con su subalterno en la Fiscalía, Juan Ramos. En esos audios el fiscal habla de haber leído el proyecto de amparo de la hija de su excuñada a quien él tenía acusada de homicidio; habla también de que el ministro que presenta el proyecto no les está cumpliendo. Para el fiscal Especializado de Control Regional de la FGR, Germán Castillo Banuet, por el sólo hecho de haber replicado en su cuenta de Twitter esa conversación que se subiera a YouTube, el periodista Mario Maldonado ya es cómplice de espionaje.
En su mente loca este fiscal de pacotilla pretende argumentar que el periodista participó en un complot en contra de Gertz Manero, a quien le descubrieron actuando en un delito mayor. Sobre este tema el periódico El Universal en su editorial Bajo Reserva anota: «Nadie duda que se cometió un ilícito al intervenir una conversación privada del fiscal, ni que ese hecho sea en extremo grave y delicado. Sin embargo, tratar de responsabilizar a un periodista por dar a conocer una información altamente noticiosa, que él no grabó, pero que involucra a uno de los funcionarios públicos más poderosos del país y a miembros del Poder Judicial, y en la que se tocan temas que podrían ser constitutivos de un delito, es ignorar por completo el papel que juega el periodismo en la sociedad y es una amenaza grave a la libertad de expresión».
¡Completamente de acuerdo!
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