El presidente de México, escandalizado por semejante leperada, quiso exhibir a Denise Dresser: «Debería de dar una disculpa pública por la vulgaridad. Una cosa es tener diferencias, ser adversarios; yo ni siquiera hablo de enemigos porque no tengo ni quiero tenerlos, tengo adversarios y podemos tener diferencias, pero así están. Esto no sucedía antes porque todo era pura simulación».
De inmediato la politóloga le reviró: «Ojo: la ‘vulgaridad’ que me adjudica el presidente es una cita directa que hago de su colaborador, Paco Ignacio Taibo 2. A él debería reclamarle la expresión ‘altamente elegante’ que analizó. Pero prefieren escudriñar/manipular tuits y distraer en vez de gobernar mejor». Por supuesto, cuando Taibo II dijo esa vulgaridad contra los diputados de oposición por supuesto no lo obligó a dar una disculpa.