Uno de los gremios más lastimados por la inflación que azota al país, es precisamente el del magisterio mexicano. En el marco del cuarto informe de gobierno del presidente López Obrador, éste lanzo una promesa, que ha decir verdad, cuesta trabajo creer. «El mes próximo llegaremos a un acuerdo con la representación sindical de los trabajadores de la educación para incrementar sus ingresos en términos reales», dijo el primer mandatario azteca. Y es que los maestros, durante muchos años, sólo ha sido moneda de cambio por parte de los líderes sindicales, especialmente del SNTE.
Pero no sólo eso, según datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), los maestros que enseñan a los más pequeños del nivel básico, que cuentan con plaza, perciben un sueldo mensual que va de los ocho mil 401 pesos a los 10 mil 962 pesos. Un salario que es pulverizado por una inflación que ya rebasa el 7.2 por ciento.
Es bueno mencionar que la comisión negociadora del SNTE, no ha podido superar 3.4 por ciento para las zonas regionales II y III y del 3.9 en las comunidades pequeñas. Ojalá y que el presidente de verdad cumpla su palabra y no juegue con los sentimientos de los maestros.
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