Prueba de ello es que, en vez de parar la campaña que los líderes morenistas han emprendido contra los diputados opositores, con sus ataques y reproches que hace en sus conferencias mañaneras, los alienta a continuar. En México tenemos un dicho que dice que, aquel que no se desquita no es mexicano, por esa razón, el presidente ha dirigido sus ataques contra el líder del PRI, Alejandro Moreno.
Qué casualidad que, en medios afines al gobierno de la 4T, han salido investigaciones de años atrás, cuando éste fue gobernador del estado de Campeche. Tenga por seguro que, si éste hubiera dado su brazo torcer, el Ejecutivo federal ya lo estaría llamado un gran patriota, pero como no fue así, ahora busca su denostación. Así, es el presidente.