Después de los resultados de la Consulta de Revocación de Mandato y después de los resultados del congreso federal donde no pudo pasar la reforma electica, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya no es el mismo. Sabe que el camino para la sucesión del 2024 será cuesta arriba y que no será nada fácil. Con estos dos reveses consecutivos, el ejecutivo federal deberá comprender que si sigue empecinado en apostar todo su capital político en Claudia Sheinbaum, existe la posibilidad que la oposición le gane la partida del 2024.
Al menos los resultados para la Consulta de Revocación de mandato en la Ciudad de México, no fueron los que se esperaban. Ahora, en su cercano horizonte del año que entra, aparece el Estado de México, el presidente sabe que se tiene que ganar esa gubernatura a como dé lugar. No se puede dar el lujo de perder el más grande bastión electoral del país.
En esa lucha el presidente tiene dos factores, uno a favor y uno en contra, el primero es que aún tendrá el control de sus Programas sociales, pero el segundo, y eso debería preocuparle, es que no aparecerá ni su nombre ni su fotografía en la boleta electoral. Así estarán las cosas.
Comentarios