Arturo Reyes Isidoro / Escribo y no dejo de lamentarme que haya tenido que salir del estado para poder vivir el ambiente que durante años privó en Veracruz: el de la armonía, el de la unidad dentro de la diversidad, el de convivencia con el otro; el Veracruz que, estoy seguro, todos queremos recuperar.
Si bien un político veracruzano, Sergio Gutiérrez Luna, convocó a una muestra muy representativa de lo mejor que tiene el estado, para hacerle un justo y merecido reconocimiento, el acto de este miércoles, sin embargo, no fue un acto político.
Creo que lo que dijo la diputada federal de Morena por el puerto de Veracruz, Rosa María Hernández Espejo, describe muy bien lo que pasó. Se trató de un acto “que nos llena el alma”. Expresó que la de ayer en el palacio legislativo de San Lázaro, en la Ciudad de México, había sido “una mañana de emociones”.
Porque los asistentes se emocionaron y le aplaudieron en forma decidida a quienes realizan tareas humanitarias en diversos puntos de la entidad, pero también a la representación de nuestros pueblos originales que destacan en las más variadas manifestaciones artísticas y culturales.
Y cómo no emocionarse en lo más profundo por tener juntos a quienes luchan por rescatar a los veracruzanos que lo mismo sufren de cáncer o que luchan por ayudar a sobrevivir y, de ser posible, a borrar las huellas de graves quemaduras que han sufrido o que ayudan a quienes sufren síndrome de Down a desarrollar capacidades para ser productivos.
Pero también a quienes han puesto en alto el nombre de Veracruz y de México en el mundo, por su actividad artística, musical, deportiva, académica y en las artes plásticas.
Alienta, y uno quisiera que eso fuera lo normal, que como paisanos los más diversos se sienten a una misma mesa y compartan el pan y la sal, muy lejos de un ambiente tóxico, de división, de inquina, de odio, que todo lo envenena, que todo lo contamina, como el que tristemente se vive en Veracruz.
El nombre del festival “Veracruz en San Lázaro”, de tres días, que concluye este jueves, se ajusta exactamente a lo que se quería que fuera y que fue: una muestra muy representativa del Veracruz de otro tipo de valores ajenos a la política, de personas que quieren a Veracruz y que desean proyectarlo para ensanchar su grandeza.
Hay cosas que se vivieron ayer que son indescriptibles, pero que seguramente quienes recibieron un reconocimiento jamás lo olvidarán; valiosísimos veracruzanos, hombres y mujeres, que no obstante toda su contribución al estado que los vio nacer han estado en el anonimato porque no ha habido una representación oficial que los saque de él y los estimule como se merecen.
Ese es el mérito que tiene lo que hizo el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, un punto de arranque si se le toma la palabra a la diputada Hernández Espejo, quien propuso que el reconocimiento en San Lázaro a lo mejor de Veracruz debe quedar instituido para que se realice cada año, esté la representación legislativa del partido que esté.
En el acto de este miércoles quedaron a un lado militancias partidistas, preferencias partidarias, siglas y colores, ideologías, pertenencias a grupo, corrientes o tribus, y lo único que quedó fueron veracruzanos, que se reconocen como tales y que se sienten orgullosos de sus raíces.
A punto de cumplir el próximo 10 de mayo 52 años de andar en el ajetreo periodístico relacionado con el quehacer político, ayer disfruté de un ambiente que existió en Veracruz y que desde hacía ya un buen número de años que no vivía, que no respiraba.
Veracruzanos valiosos dieron ayer una muestra, pero también una lección a nuestros gobernantes y políticos locales, de que es posible un Veracruz alejado de la confrontación estéril, de la polarización, de pequeños espíritus a los que domina el odio, el rencor, el deseo de venganza, la maldad incluso.
La mesa principal de la comida en las mismas instalaciones del palacio legislativo de San Lázaro fue el mejor reflejo del espíritu de unidad que ha prevalecido con motivo del festival. Fue obvio que llamó la atención y robó cámaras la presencia del integrante de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, Tonatiuh García Jiménez, por su filiación con su hermano el gobernador.
Esa, pues, fue la esencia. No quiero dejar de mencionar que Olivia García Chávez, bailarina que fue de la primera compañía internacional del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, coreógrafa, maestra de baile y con una destacada trayectoria que le fue reconocida, mi maestra de danzón además de mi amiga, me invitó a acompañarla a recibir su galardón, lo que me permitió tener la vivencia directa de lo que ocurrió.
Como ecos aparte, me dio mucho gusto saludar en el palacio legislativo al diputado federal priista por Coatepec, José Francisco Yunes Zorrilla, “Pepe”, quien chalaba animadamente con otro veracruzano galardonado, el doctor Raúl Contreras Bustamante, director de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Y en mi caso, fue notorio que el diputado Gutiérrez Luna sentó a sus lados, a su derecha a la diputada Ivonne Cisneros Luján, y a su izquierda a la diputada Rosa María Hernández Espejo, ambas de Morena identificadas con la corriente del delegado de Bienestar, Manuel Huerta. La primera habló al inicio y la segunda para terminar.
También lo acompañaron en el presídium la diputada María del Carmen Pinete Vargas, del PVEM, y Lorena Piñón Rivera, del PRI, quien por cierto estuvo acompañando a Tonatiuh, el hermano del gobernador, además para ver algunos proyectos sobre la Sinfónica de Xalapa.
En la mesa principal de la comida estuvo muy solicitado para las fotografías Luis “El Matador” Hernández, de Poza Rica, y departió con ellos el presidente de la Industria Mexicana de la Radio y Televisión, Antonio García, a quien estuvo acompañando Carlos Ferráez Centeno, hermano de la diputada local Ana Miriam.
Esta vez ya no estuvo el diputado federal por Xalapa, Rafael Hernández Villalpando, quien había hecho acto de presencia el día anterior. Asistió y saludó a Gutiérrez Luna el exalcalde de Poza Rica, Alfredo Gándara Andrade, también extitular de la Coordinación General de Comunicación Social en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
Se advirtió que hay muy buena relación entre el diputado de Minatitlán y el petista Gerardo Fernández Noroña, pero también con el vicepresidente de la Cámara, el panista Santiago Creel, quienes el martes disfrutaron de los chanchamitos de Minatitlán y del Zacahuil de Tantoyuca.
Otro de quienes recibió un reconocimiento fue el fundador de la Universidad de Xalapa, Carlos García Méndez.
Gutiérrez Luna en su calidad de presidente del Poder Legislativo Federal acompañará al presidente Andrés Manuel López Obrador en visita a Veracruz este jueves.
Se sabe que en mayo, ya muy próximo, cuando entre en receso la Cámara de Diputados, aprovechará su tiempo para cumplir todas las invitaciones que ha recibido de veracruzanos de todo el estado para que los visite y se reúna con ellos, además de que continuará dialogando con representantes de todos los sectores y los ayudará en sus gestiones ante instancias federales.
En mi caso, para mi desempeño profesional, agradezco también todas sus atenciones al coordinador de Comunicación Social de la Cámara de Diputados, Miguel Ángel Luna Modesto, mi excompañero de trabajo en el Gobierno de Veracruz.
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