En tres años, López Obrador no ha podido con el desempleo ni con la pobreza

Desempleo en México FOTO: WEB

En el México polarizado de hoy, no hay progreso económico integral; el jefe del Ejecutivo federal, quien lleva las riendas del país, como buen farmacéutico sólo ha dado prebendas sociales como Mejoralitos para atacar la pobreza y el desempleo. Sin embargo, el discurso de la austeridad republicana que durante casi tres años fue la columna vertebral de la 4T, se derrumbó estrepitosamente con la exhibición de la opulenta vida de uno de sus hijos.

Su apuesta por un bienestar colectivo, donde se privilegie a las clases más desprotegidas, no es cuestionable, no obstante, su modo de conseguirlo sí lo es. El querer aliviar la pobreza y desempleo y no prestar atención a los indicadores económicos de producción, resulta descabellado, sobre todo que la inflación en el país ya rebasa los límites del 7.5 por ciento.

El principal error del presidente es que no querido promover la producción mediante empleos formales. Sus donativos y becas no son suficientes para sacar de la pobreza a más de 60 millones de mexicanos pobres. Su supuesta austeridad republica fue el pretexto genial que le permitió desmantelar los servicios de salud y educación para poder agenciar recursos y poder pagar sus apoyos sociales.

Desafortunadamente, a tres años de gobierno, no se vislumbra algún golpe de timón. Después de todo, no hay que olvidar que 30 millones de mexicanos le concedieron el voto, no obstante, el presidente cree que los mexicanos le firmaron un cheque en blanco. He ahí el dilema.

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