Será una dolorosa derrota legislativa que tendrá fuertes repercusiones para la aprobación de las siguientes reformas. Los allegados al presidente reconocen que, si no logran convencer a más de 50 diputados tricolores, la reforma eléctrica estará muerta.
Saben que la política es de resultados y si no lo logran, muchas carreras políticas podrían estancarse, sobre todo que en Morena nada se mueve sin la venia del propio presidente de la República. Ese es otro riego que corren los morenos.