Irineo Domínguez Méndez / Son del conocimiento de diputados de oposición en el Congreso local la infinidad de irregularidades denunciadas por militantes de sus partidos; desafortunadamente, las quejas son improcedentes por falta de peso político y, en ocasiones, de valores morales y de compromiso con la ciudadanía. Es decepcionante descubrir que la oposición no pueda interceder, conforme a derecho, en la defensa de los intereses del pueblo; su silencio y carencia de interés acrecienta la poca o nula participación que tienen en el Congreso. El derecho a la voz y al voto no encuentran canales que puedan conducir a la aplicación correcta de la ley por violaciones que efectúan ediles en los ayuntamientos, por ejemplo. La oposición está dividida en el Congreso.
Las quejas que llegan a los diputados de oposición solo sirven para crear archivos que serán utilizados para efectuar “informes de labores”; en algunos casos, a lo sumo, pudieran ser motivo de demandas ante el tribunal electoral de Veracruz; buscando la sanción más común: la inhabilitación de los ediles que incumplen con la Ley Orgánica y demás leyes aplicables para el desempeño de sus funciones; como ejemplo de sanción: inhabilitación por violencia política y de género. Por eso se ríen desde ahora los denunciados.
Algunos quejosos rumoran acuerdos de sus Diputados con el gobierno en turno para obtener prerrogativas y canonjías y que, por tal razón, las quejas no proceden. Las visitas que realizan los quejosos a los diputados de su partido también son utilizadas para presumir que los visitantes son el capital político que tienen y representan; con intención perversa publican en las redes sociales, sin autorización, fotografías e imágenes tomadas en sus cubículos; pero, jamás hacen alusión al tema tratado o problema resuelto. Las redes sociales son una herramienta aprovechada por los diputados de oposición como cortina de humo.
Se observa – entre otras cosas – incapacidad e impotencia para resolver los problemas que se les plantean; la omisión de hacer del conocimiento de la ciudadanía en general de lo que acontece en los ayuntamientos; su silencio que los convierte en cómplices por omisión; etc. Pareciera que su encargo se circunscribe solo a hacer leyes y decretos; tales observaciones conllevan a proponer que desaparezcan las Comisiones o, al menos, que las funciones de supervisión se deroguen; tal vez, con ello, se produzca un ahorro. En otras palabras, ninguna razón existe de perder el tiempo en visitar el Congreso para presentar solicitudes y quejas buscando soluciones.
Parece más viable y contundente hacer denuncias públicas contra ediles y otros funcionarios. La ciudadanía estaría mejor informada y obtendría mejores resultados en ruedas de prensa que haciéndolas ante el Congreso local, a través de los diputados de oposición. En los casos en que pudieran correrse riesgos, es procedente solicitar la protección de la justicia para proteger su integridad física y las de sus familiares; señalando probables responsables de cualquier violación a su esfera jurídica.
Sin duda alguna, las comisiones de Vigilancia; de Hacienda Municipal; de Transparencia; de Organización Política y Procesos Electorales; de Gobernación; de Participación Ciudadana y la de Gestoría y Quejas serán las que más denuncias de hechos reciben en el Congreso. ¿Cuándo las resolverán? Esto hablando de las denuncias presentadas; de las que no se hacen, debieran actuar de oficio; para ello es necesario que se acepten denuncias anónimas que estén suficientemente motivadas y fundamentadas.
Militantes y simpatizantes son decepcionados por sus representantes que emulan ser oposición, que soslayan sus obligaciones anteponiendo intereses inconfesables. Así las cosas, la ciudadanía terminará avalando la propuesta de AMLO: la disminución de las posiciones plurinominales o su desaparición. El elevado número de diputados resulta una carga para la ciudadanía; sus altos emolumentos son un insulto para la pobreza que sufre el Estado.
Otrosí digo. – Sí; como todos pronosticamos, AMLO ganó la consulta; sin embargo, dudo que esté contento.
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