Además del repudió de la gran mayoría, Will Smith corre el riesgo de que le retiren su tan ansiado premio Oscar. Otra de las consecuencias es que se vio obligado a renunciar a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. En el comunicado donde da a conocer su renuncia anota: «Traicioné la confianza de la Academia. Privé a otros nominados y ganadores de la oportunidad de celebrar y ser celebrados por su extraordinario trabajo. Tengo el corazón partido».
Por supuesto, la Academia aceptó esa renuncia: «Hemos recibido y aceptado la renuncia inmediata del Sr. Will Smith de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Continuaremos avanzando con nuestros procedimientos disciplinarios contra el Sr. Smith por violaciones de los Estándares de Conducta de la Academia, antes de nuestra próxima reunión de la junta programada para el 18 de abril». Pudo haber sido un gigante, pero prefirió ser un enano.