López Obrador, como presidente de una república bananera, dobló las manos otra vez ante la presión de los Estados Unidos. Más diplomático John Kerry declaró ante los medios: «El tema de la reforma energética está sobre la mesa en México y planteamos con nuestro embajador, Ken Salazar, ideas de cómo esa reforma reflejará mejor los temas para avanzar de manera efectiva (…) formamos nuestro equipo, con Ken y la Casa Blanca para tratar de asegurar todo lo que surja de la reforma energética».
Ya veremos en los siguientes días qué ocurre. Seguramente López Obrador dirá que conforme a su albedrio él autorizará cambios a su Reforma Energética, pero los mexicanos inteligentes sabrán que AMLO sólo acata las disposiciones del gobierno americano.