Grandes emprendedores en la historia han declarado en varias entrevistas que ellos desde niños eran exitosos, pues las oportunidades que tenían no las dejaban ir. Tal es el caso de una niña argentina de nueve años. Y es que esta chiquilla vio una oportunidad y como la tiburona que piensa ser de grande, se lanzó a unas aguas bastante peligrosas y empezó un negocio de dulces en su escuela. Increíblemente esta pequeña alumna ganaba buen dinero en su colegio, ya que al día sacaba entre 4 mil y 5 mil pesos argentinos (716 y 895 pesos mexicanos) por día; a la semana unos 3 mil 580 o 4 mil 475 pesos mexicanos.
Si hacemos cuentas y comparando los salarios en México, lo que ganaba esa niña es más de lo que obtiene un obrero azteca con salario mínimo. Sin embargo, y luego de que el negocio estuviera en su mejor punto, la escuela descubrió a esta chiquilla y le incautaron el negocio.
Contrario a lo que se podría pensar, los padres de esta alumna estaban conscientes del negocio de su hija, incluso la ayudaban dándole mercancía. “Ella nunca quiere que nadie le de dinero de nada, ella se lo quiere ganar trabajando y creemos que es un buen ejemplo a seguir”, aseguraron los padres de Carolina.
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