*Oposición llama aberración al pacto en plena guerra
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / EN MEDIO de la condena mundial contra Rusia por la premeditada, alevosa y ventajosa invasión a Ucrania bajo el argumento de que pretende salvarla del neofascismo, aunque el trasfondo de esa crisis es la negativa rusa de aceptar el acercamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de la Unión Europea a la antigua república soviética, a la que Moscú considera parte de su identidad y de su espacio de influencia, y cuyo control juzga vital para su seguridad, México ha dado un paso equivocado que podría marcarle el futuro ante Estados Unidos y Canadá, sus dos principales sociales comerciales, al instalar este miércoles en la cámara Federal de diputados el Grupo de Amistad México-Rusia. Y si bien es cierto que los grupos de amistad buscan mejorar las relaciones parlamentarias o legislativas con los congresos o parlamentos de otros países y que, no propiamente, son convenios para enviar misiles o apoyar guerras, lo cierto es que en el caso de Rusia no pasa desapercibido dado el polémico conflicto que enfrenta no solo contra Ucrania sino contra el mundo moderno que reprueba la actitud belicosa de la Nación soviética que está empleando todo tipo de armamento contra una nación que alguna vez fue estado aliado, todo porque Moscú reclama que Ucrania sea neutral y que reforme su Constitución para plasmarlo en El Memorando de Budapest, acuerdo político firmado en 1994 en la capital húngara por el que Ucrania, Bielorrusia y Kazajistán se unían al Tratado de No Proliferación Nuclear.
CIERTAMENTE, LOS acuerdos son temporales: inician cuando se aprueban y concluyen con la Legislatura que termina, en este caso, en 2024, aunque eso sería lo de menos, sino el mensaje que dejan los legisladores morenistas que nada hacen sin la venia del Presidente López Obrador de signarlo en momentos complicados, cuando apenas el martes el titular del Ejecutivo Federal criticó a su homólogo de Estados Unidos por haber autorizado miles de millones de dólares de apoyo a Ucrania tras la invasión rusa, mientras sigue pendiente la ayuda comprometida por Washington para el desarrollo de Centroamérica. Molesto, AMLO dice que ha presionado a su vecino del norte desde que llegó al poder, en diciembre de 2018, para que incremente su asistencia a la región centroamericana con el objetivo de impulsar su desarrollo y frenar la creciente migración que afecta tanto a México como a Estados Unidos, y “acaban de autorizar recursos para Ucrania, y está bien porque es su política de proteger a Ucrania, han decidido eso, pero eso lo aprobó el congreso estadounidense creo que en dos días, y el apoyo para los hermanos centroamericanos ya va para cuatro años y no se aprueba”, se queja López.
AMLO HA repetido en reiteradas ocasiones que su país no aplicará sanciones económicas contra Rusia por su intervención militar, y acaso por ello critica los 13 mil 600 millones de dólares de ayuda a Ucrania aprobados por la Cámara de Representantes estadounidense hace dos semanas, argumentando que el dinero destinado a los ucranianos “fue una cantidad mucho mayor de lo que se está necesitando para apoyar a los pueblos pobres de Centroamérica y el Caribe, que son unos 4 mil millones de dólares”, Y aunque sostiene que la relación con Washington es “muy buena”, AMLO cuestiona la “burocracia” en la nación vecina y reitera su reclamo al congreso estadounidense para que apruebe una reforma migratoria que podría regularizar la situación de 10 millones de mexicanos que viven y trabajan allá.
Y EN medio de esa polémica, la Cámara Federal de Diputados aprueba el grupo de amigos Rusia-México que será presidido por el coordinador del PT, Alberto Anaya, lo que no era bien visto, incluso por petistas. Inicialmente la formalización del acuerdo estaba programado para el 15 de este mes, pero en aras de la problemática causada por la invasión de Rusia a Ucrania, la Cámara de Diputados la pospuso por “prudencia”, aduciendo que “es un asunto de una decisión que tomaron los integrantes del grupo de amistad con Rusia, por prudencia, por la situación que se está viviendo, no instalar el grupo de amistad, y se consideró de manera prudente por parte del presidente del grupo de amistad, el profesor Alberto Anaya, posponer hasta una vez que se solucione eso que desafortunadamente está sucediendo en Ucrania”, según el líder parlamentario de Morena, Ignacio Mier, hace una semana. Ahora el evento se realiza luego de semanas de insistencia de la embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramarétska para que México corte relaciones diplomáticas con Rusia por la invasión al territorio ucraniano.
ES INDISCUTIBLE que México debe cuidar sus relaciones comerciales, considerando que en 2020 Rusia fue el 35 socio comercial de México a nivel mundial y el primero entre los países de Europa Central y Oriental, con un comercio bilateral de 1 mil 291.8 millones de dólares. En 2020 las exportaciones mexicanas a Rusia ascendieron a 421.4 mdd, monto 5.7 por ciento mayor que el registrado en 2019 (398.7 mdd), pero las importaciones mexicanas procedentes de Rusia fueron de 870.4 mdd, cifra 33 por ciento menor que la registrada en 2019 (1,298.2 mdd). El crecimiento de 5.7 por ciento en las exportaciones registrado en 2020 se debió principalmente al incremento en las ventas mexicanas de automóviles de turismo (de pasajeros); teléfonos, incluidos los teléfonos celulares; cerveza de malta, azúcar; y residuos y desechos de cobre y aleados. Los principales productos que México importó de Rusia en 2020 fueron: urea, incluso en disolución acuosa; aleaciones de aluminio; aluminio sin alear; productos intermedios de hierro o acero sin alear, y abonos minerales o químicos.
Y ESTA bien, pero de eso a exhibirte como una nación que tácitamente aprueba la deshumanizada invasión de Rusia a Ucrania, y de paso critica que Estados Unidos esté destinando respaldo económico a la Nación invadida y destruida, como que coloca a México como un País deshumanizado y pro Ruso, uno de los pocos de américa Latina y el Caribe que junto con Cuba, Venezuela y Nicaragua añoran el politburó. La marca, sin duda, será una huella difícil de borrar, y si el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador desea que el sector privado invierta en el País como lo convocó el martes, debería dejar a un lado su protagonismo procomunistoide y socialistoide, ya que el mundo gira en dirección contraria a las manecillas del reloj de los trasnochados y del propio, Así de simple. OPINA [email protected]
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