Armando Ortiz / La estulticia de los persignados les hace creer que, si uno critica que en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles se vendieron tlayudas, es porque el que critica es clasista. Para nada. Muchos celebran que una mujer trabajadora, sencilla, haya aprovechado la oportunidad de vender sus alimentos a los muchos que acudieron a la inauguración del “Chairopuerto”, como ya le llaman. También celebramos que las autoridades le hayan dado permiso de vender sin cobrarle ni un centavo. Lo que se critica es que anuncien un aeropuerto terminado, cuando ni siquiera hay una zona gastronómica donde pueda uno tomar algún alimento. En un video que circula en las redes sociales la señora está bien apurada despachando sus tlayudas oaxaqueñas, de esas que también come López Obrador en sus viajes. Mientras despacha un policía trata de retirarla. Pero la cola que espera una rica tlayuda es muy grande, por lo que la “doñita”, sin descuidar el negocio le dice, “yo sé que es tu trabajo, pero a mí me dieron permiso; ya sé que te regañan, pero…”. La señora de las tlayudas no se retiró hasta que acabó su mercancía, la cual por cierto no dio abasto para todos los que acudieron a la inauguración. El AIFA, un aeropuerto de primer mundo con tlayudas de a 35 pesos; eso no lo hay ni en el Aeropuerto de París-Charles de Gaulle.
Felipe Ángeles, mal augurio inaugurar un aeropuerto inconcluso. Los chairos creen que si el presidente lo inaugura está terminado
Inaugurar viene de “augurio”, que es una señal de lo que habrá de ocurrir a futuro. Si el augurio es bueno, lo que viene a futuro es bueno, si es malo el futuro no pintará nada bien. Los apologistas “incondicionales” de la Cuarta Transformación creen que, si el presidente inaugura el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, eso quiere decir que el aeropuerto está terminado, porque ni modo que el presidente inaugure, o lance augurios, sobre una obra inconclusa. Pero hasta el video que hiciera Epigmenio Ibarra sobre el AIFA muestra a un presidente recorriendo obras inconclusas; el m ismo presidente ha tenido que reconocer que faltan mucho por terminar. ¿Qué es lo que falta construir en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles? Señala Carlos Loret de Mola en un artículo titulado “El aeropuerto chafa del gobierno chafa”: “Hoy se inaugura un aeropuerto tan chafa que las aerolíneas no lo quieren usar, los pasajeros no pueden llegar y los comercios no se quieren instalar ahí. No están terminadas la pista central, la torre de control, la terminal de pasajeros, las plataformas, las vías de acceso, el área de aduanas, la zona de catering ni el hotel. El aeropuerto General Felipe Ángeles no ha recibido la certificación de seguridad que exigen los vuelos de las principales aerolíneas del mundo y tuvo que gestionar con la dictadura venezolana que les mande un avión a la quincena para poder presumir la categoría de ‘aeropuerto internacional’”. Aunque no esté terminado, el AIFA tendría que ser inaugurado el 21 de marzo, porque el presidente así lo prometió. Pero mal augurio inaugurar un aeropuerto inconcluso. Lo mismo espera al Tren Maya, lo mismo espera a Dos Bocas.
AMLO lo comprobó, 40 minutos de Palacio al AIFA. Pero en día de asueto, de madrugada y con patrullas por delante. ¡Así que gracia!
¡Y todavía lo presume! Muchos medios informativos han mandado a sus reporteros para que hagan el recorrido de algún punto de la Ciudad de México al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Los recorridos de El Universal, El País y de Televisa han sido de más de 2 horas, casi 3 horas de traslado. En los recorridos se han enfrentado a la distancia, al tráfico vehicular y, ya llegando al AIFA, a obras inconclusas. El presidente López Obrador había dicho que el recorrido era de poco más de 50 minutos, y lo estuvo diciendo a tal grado que sus seguidores afirman que los medios mienten, a pesar de que registraron en video sus recorridos. Pues el día de la inauguración del AIFA el presidente de México salió de Palacio Nacional hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles para comprobar que él estaba en lo correcto, y que el traslado al AIFA no tomaría más de una hora. En tiempo récord el presidente se hizo 40 minutos nada más. ¡Vaya hazaña! Claro, hay que señalar que el recorrido lo hizo en un día de asueto, a las 4 de la mañana y con escolta por delante. La verdad hasta se tardó. Hace mal el presidente en decir que el traslado al AIFA es de menos de una hora, pues muchos de los posibles pasajeros lo anotarán en su agenda, y calcularán sus traslados de acuerdo a la hora de salida de su avión tomando en cuenta esa hora de traslado.
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