Lo que no hay que olvidar es que a Franco Castán le imputaron otros dos delitos, uno de los denunciantes de Franco Castán fue el “Capitán Tormenta”, Arturo Bermúdez Zurita quien se dejó utilizar para consumar las venganzas de este gobierno, a cambio de que no hicieran caso a las activistas de desaparecidos que lo acusan de genocida. Si el gobierno de Cuitláhuac García se apegara a derecho ni siquiera hubiera detenido a Franco Castán, quien presentó un amparo en el momento de su detención, amparo que le pasaron por alto pues le aplicaron los ultrajes a la autoridad, el instrumento de las venganzas de este gobierno.
Vaya, si ni siquiera han liberado a José Manuel del Río Virgen después de que dos jueces han echado abajo los argumentos falaces de la fiscalía, pues qué se puede esperar de Franco Castán a quien van a tener encerrado el tiempo que les dé la gana.