Edgar Hernández* / Convertida en la cueva de Alí Baba, la oficina de Sedesol, Veracruz, deja al descubierto fraudes y negocios que superan los 446 millones de pesos.
El escándalo por corrupción es tal, que el propio gobernador Cuitláhuac García, ordenó que se investigue a su “mejor amigo”, el titular Guillermo Fernández Sánchez, y se proceda en contra de Luz Elena Rangel Montalvo, directora general del programa “Mejoramiento de las Condiciones de Vivienda”, quien fue cesada luego de ser señalada de recibir “moches” millonarios.
Atrás de toda esta escalada se observa, una vez más, la mano corrupta del Subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero, primo hermano del gobernador, que es quien lleva el control financiero de la institución y, desde luego, de la familia.
Desde la llegada a Sedesol de Fernández Sánchez, el primero de diciembre de 2018, alcanzó celebridad al declarar que cualquier familia “puede vivir con mil pesos al mes”.
Luego vinieron las sospechas de desvíos y malos manejos.
Sobre todo tras del nombramiento del jefe de la Unidad Administrativa, Aníbal Landa Vélez, quien de ganar 16 mil pesos, de pronto se hizo nuevo rico al estrenar casa y adquirir al menos en cinco vehículos de lujo, entre los que destacan una camioneta Mazda y dos Mini Cooper.
Landa, el recomendado del “primo incómodo” Eleazar Guerrero, asegura que con el único que se “reporta” es con Sub Secretario de Finanzas y nada más con él.
Y es precisamente en este sujeto donde se encuentra una de las dos claves de la escalada corrupta en Sedesol-Veracruz ya que como jefe financiero maneja a su antojo los pagos de refacciones de los vehículos de esta Secretaría, la compra de papelería, renta de copiadoras, y hasta de tratar el contrato con una empresa de servicios de limpieza por más de 800 mil pesos, cuando ni para papel o jabón hay en el edificio.
Y no sólo eso, también con Eleazar “opera” el pago a proveedores y contratistas de administraciones pasadas, bajo la instrucción de que se les liberarán en Finanzas sus adeudo pero tienen que dejar el 35% por gastos de “gestión”, un moche pues.
En ese entramado están extraviados los 446 millones 600 mil pesos.
El caso Luz Elena.
Ya desde abril del 2019 se empezaron a notar los primeros indicios de corrupción al detectar ORFIS un probable desvío por 4 millones 771 mil 574 pesos, derivado de la observación TP-088/2017/004, debido a que no se proporcionó evidencia suficiente y competente para acreditar la prestación de servicios objeto del contrato número Sedesol-ADJ-010-2017.
Meses después el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) detectó un presunto daño por 421 mil 62.49 pesos en la construcción de cuartos dormitorio en los municipios de Chocamán, La Perla y Atzacán, en donde se registró mala calidad de las obras.
Es ahí donde brinca el nombre de la sedicente arquitecta Luz Elena Rangel Montalvo, Directora General de Mejoramiento de las Condiciones de la Vivienda, de Sedesol que es la que “negocia” contratos para la Construcción de Cuartos de Dormitorio.
En 70 municipios se dilató la entrega porque se detectó que la obra se quedó a medias o porque no se realizó debido al pago adelantado de moches de hasta del 35% que hizo inviable la inversión.
La mala fama de Luz Elena se recrudeció por el abuso laboral que ejerce sobre el personal hace tres años ante la indiferencia del titular Guillermo Fernández debido a la cercana relación que guarda con la abusiva funcionaria y el margen de tolerancia que le entrega para que maneje la institución a su antojo.
Luz Elena, no deja de presumir sus dos casas y un departamento que ahora tiene, además de múltiples viajes realizados cada fin de semana, gracias a las ganancias de contratos de obra de empresas, que ha metido a concursos y licitaciones.
Así, Luz Elena siempre está llena de regalos y voluminosos sobres de dinero. Recibe desde un reloj de conocida marca, hasta casas y departamentos, todo por las cuotas que la señora exige a cambio de un contrato.
Son de 15 o 20 mil acciones de obra que realiza la dependencia en donde en el río revuelto hay ganancia de pescadores.
Acaso por ello, al menos 27 servidores públicos estatales, un jefe de departamento y 26 analistas de Sedesol, cobran su salario, pero también estarían incluidos como beneficiarios de los programas sociales.
Guillermo Fernández Sánchez, ha sido objeto del reclamo de los diputados locales que evidenciaron en su presencia que los servidores públicos reciben apoyos como beneficiarios del programa Estrategia Sembremos Bienestar Común.
De hecho hay un padrón único de sujetos, derecho y administración de información territorial en favor de funcionarios de la propia Sedesol.
Son personas que presuntamente están registradas en el padrón mismas que perciben un total 331 mil 398 pesos de programas sociales estatales al mes. Todo ello adicional a sus ingresos como servidores públicos, con sueldos que oscilan entre 13 mil hasta 25 mil 660 pesos mensuales. Asimismo se suma que varios de ellos también son beneficiarios de programas sociales federales como Jóvenes Construyendo el Futuro.
Toda una red de rapacerías mismas que incluyen a la familia.
Al descubierto quedó que Fernández Sánchez, quien ya fue diputado y secretario particular del gobernador, protege a su hijo, Luis Guillermo Fernández en actos de corrupción y negocios en el Aeropuerto de “El Lencero”, Aeronáutica Civil del Estado de Veracruz y la Oficina del Gobernador, bajo el entonces titular Esteban Ramírez Zepeta, quien protegió esta negociación.
Luis Guillermo, en su calidad de Subdirector de Ingeniería y Compras del área de aeronaves de la Flota propiedad del gobierno, realiza negocios con “Soporte Aerologístico SA de CV”, la cual, no tiene la experiencia, ni capacidad para ejecutar servicios de mecánica de tal índole.
A pesar de ello se le otorgó un contrato “por fuera” para que arreglara un Lear Jet XC TJN, cuando la empresa es solo proveedora. Aun así, se dio de alta en la Secretaría de Finanzas y Planeación, permitiendo el cobró de cerca de un millón y medio de pesos por una compostura que se comprueba, nunca se hizo, pues llegaron los componentes y éstos nunca sirvieron.
Sedesol es tan solo la punta del iceberg del mar de corruptelas que Cuitláhuac trata de ocultar a como de lugar en la víspera del arribo del presidente López Obrador a Veracruz.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo