De acuerdo con la Real Academia Española, el término “Borrego” también significa: “Persona que se somete gregaria o dócilmente a la voluntad ajena”. Borrego es uno de los calificativos que le lanzó el presidente López Obrador a los parlamentarios europeos: “es lamentable que se sumen como borregos a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la ‘Cuarta Transformación”. No es la primera vez que el presidente usa ese calificativo. En los tiempos en que era candidato presidencial así se refería a la militancia priista:
“Ya no hay ciudadanos imaginarios, ya no hay borregos: ¿A dónde van? Beee. ¿Por quién votar? Beeee. Ya no hay eso”, decía entonces. Pero se equivoca el señor presidente. Pues sus gobernadores de Morena se comportaron como borregos y en rebaño firmaron una carta de apoyo al presidente morenista, respaldando su insana y vergonzosa respuesta al Parlamento Europeo. Los gobernadores califican la resolución aprobada por mayoría por los diputados de Europa (607) de “intervencionista y desinformada”.
Todavía más, los gobernadores de manera muy suspicaz infieren las intenciones de esa resolución: “Lamentamos que se utilice la defensa de la libertad de prensa para encubrir el interés por desvirtuar la Reforma Eléctrica que se debate en nuestro país”. Pobre “Borregos”, siguen a su líder ciegamente. Pero ya saben lo que dice el dicho: “Si un ciego sigue a otro ciego, ambos caerán en un hoyo”.
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