Es claro que si Verónica Hernández Giadáns sigue dando muestras de abyección y sumisión a los número uno y dos del estado, tarde o temprano tendrá que enfrentarse a la justicia. Sobre todo ahora que Cuitláhuac García va perdiendo querencias con el amo y señor de la 4T.
Y es que es el momento en que el gobierno de Veracruz no ha acatado la resolución de la Suprema Corte por el delito de ultrajes. Son tan mezquinos que, al ver que pueden salir algunos detenidos, les imputan otros delitos. Eso resulta aborrecible para los que supuestamente son los encargados de procurar justicia. Que no olviden la máxima ranchera que dice: «Los carniceros de hoy, mañana serán las reses».