La votación que se dio en el Parlamento Europeo sobre nuestro país, no es cualquier cosa como lo hace parecer el presidente de México. Desafortunadamente ya no es sorpresa para los mexicanos que el Ejecutivo federal subestime cuestionamientos y críticas a su manera de gobernar. Y es que la votación de 607 a dos con 73 abstenciones expresan claramente su preocupación por el aumento de la violencia, por el ataque contra el periodismo crítico y por el deterioro del Estado de Derecho en nuestro país.
Quiera o no reconocerlo el Ejecutivo federal, esta votación condenatoria es un duro golpe a la imagen de México y como tal debe de servir para mejorar y enderezar el barco donde se vaya ladeando. De lo contrario, las cosas se pueden poner color de hormiga. Aunque ya el presidente azteca dio repuesta y lo hizo como él sabe hacerlo, no sólo les dijo que México ya no es una colonia, sino que llamó a los firmantes borregos.
Ese es López Obrador, un presidente lleno de rencores y de prejuicios contra España y otras naciones. Por cierto, el texto fue muy claro al señalar que el año pasado fue el año más peligroso del mundo para los periodistas y ocupó el lugar número 143 entre 180 países en el Índice Mundial de Libertad de Prensa de 2021.
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