Azucena Uresti en su noticiero de grupo Milenio señaló que el Palacio Nacional, así como muchos edificios públicos estaban completamente amurallados por la marcha del 8 de marzo, por el riesgo de que algunas manifestantes los dañaran.
Esto no le cayó muy bien al presidente López Obrador, quien desde la mañanera criticó a la periodista, tratando de hacerla quedar en ridículo: «Pero hasta chistoso porque se quejaba de que se estaba amurallando la ciudad y luego le contesta Pedro Miguel, que no se estaba dando cuenta que ella estaba transmitiendo desde Milenio, que estaba amurallado, porque pidieron protección. Pero es claro que la señora no nos quiere, entonces cualquier cosa la utiliza».
Ya encarrerado el presidente, enemigo de la prensa libre, agregó: «De veras, es una de rigor periodístico. Están mostrando que son medios que defienden a grupos de intereses creados y que están en contra de gobiernos que buscan combatir la corrupción y ayudar a los pobres. Son medios de la oligarquía, para decirlo con claridad, los de aquí y los de allá». Por casos como estos no extraña que el Parlamento Europeo esté preparando un documento para acusar a López Obrador de hostigar, denigrar e intimidar a la prensa en México.
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