Bernardo Gutiérrez Parra / Un maestro jubilado furibundo antiamlo, me dijo ayer por la tarde que con base en las últimas encuestas no duda que López Obrador pierda la consulta de revocación de mandato el próximo 10 de abril. Por respeto a sus canas me abstuve de decirle que está muy equivocado.
A pesar del escándalo de la Casa Gris, de la debacle económica, de las masacres, los levantones, el COVID, la corrupción, el Tren Maya y su deforestación, Dos Bocas y su sobrecosto y de otras minucias, López Obrador ganará la consulta por dos razones: por su descarada participación en ella y porque no tiene oposición.
Eso sí, no arrollará; simplemente ganará.
Las encuestas de febrero ya no lo ponen en la cima del mundo como el año anterior. Consulta Mitofsky que lo tenía con una aceptación del 63% en enero, lo tiene en febrero con un 58.8%. El Financiero y Enkoll que lo tenían con un 62% lo tienen ahora en 54%. México Elige que en enero le dio un 58.3% ahora lo tiene en 49.8%.
Aún con eso, de que ganará la revocación puedes apostarlo lector, por encima del optimismo del maestro jubilado.
Pero el problema no es la revocación que ya está definida, sino el 2024 y en ese sentido los de enfrente andan bien extraviados.
El destape de seis candidatos opositores que en otros tiempos hubiera sido nota de portada, apenas alcanzó espacio en interiores. El miércoles pasado el líder nacional del PAN, Marko Cortés, dio a conocer el nombre de los aspirantes de su partido a la presidencia de la República y la vida siguió su curso. Como quien oyó llover.
Durante la inauguración de la Plenaria del Sistema Legislativo del PAN, Marko dijo que Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas; Mauricio Vila de Yucatán; Mauricio Kuri de Querétaro; Maru Campos de Chihuahua; Santiago Creel, vicepresidente del PAN en la Cámara de Diputados y la senadora Lilly Téllez están puestos y que ninguno se descarta. También mencionó, pero por puro compromiso a un séptimo aspirante: Ricardo Anaya.
Aunque Marko aseguró que el PAN tiene con qué, ninguno de los nombrados trae nada en las cananas.
Mauricio Vila, puede ser el menos malo porque ha punteado por meses como el mejor gobernador del país (aunque bajó mucho en enero), pero es poco conocido fuera de Yucatán. Los demás ni pintan ni dan color.
En estos momentos el blanquiazul carece de alguien con arrastre y carisma para hacerle frente al candidato o candidata de Morena. Por otra parte, solos no van a ganar. Forzosamente deberán aliarse al menos con el PRI y el PRD y de esos partidos, el tricolor querrá imponer a su candidato y tampoco tienen gallos de espolones. Enrique de la Madrid Cordero no da la talla y Alejandro “Alito” Moreno es una broma muy mala.
Mi tesis, lector, es que si la trilogía PAN, PRI y PRD desea ganar la próxima elección presidencial deberán buscar un candidato en la sociedad civil. En este país de 126 millones de habitantes, se cuentan por miles los hombres y mujeres con una vasta capacidad para tomar el timón y llevar a buen puerto la maltrecha barca que se llama México.
El problema es la dura realidad. Es más fácil que López Obrador y Felipe Calderón se hagan compadres, a que el PAN, PRI y PRD busquen tener la fuerza que requerirán como opositores, mediante un candidato de la sociedad civil.
Otra opción sería que la propia sociedad civil haga sentir su fuerza y se haga escuchar, pero para eso hace falta un líder que nomás no se ve por ningún lado.
Difícil asunto, difícil panorama.
No es por alarmar, pero pienso que con lo desguanzada que está la caballada opositora aunada a la apatía de una sociedad cansada y harta de todo, habrá 4T para rato; al menos hasta después del 2024.
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