*Pero sigue echando la culpa al pasado de sus “yerros”
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / ESTE MARTES se conmemora el Día Internacional de la Mujer, en recuerdo de aquel 8 de Marzo de 1857, cuando miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema: “Pan y rosas” para protestar por las míseras condiciones laborales que enfrentaban y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil. Fue una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos, y distintos movimientos, sucesos y movilizaciones (como la huelga de las camiseras de 1909) se sucedieron a partir de entonces. El capítulo más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo, sin embargo, el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York, y un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años. Según el informe de bomberos, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela que no se había vaciado en dos meses fue el origen del incendio. Las trabajadoras y sus compañeros no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de escaleras y de las salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos. Al no poder huir, muchas de las trabajadoras saltaron a la calle desde los pisos octavo, noveno y décimo del edificio. La mayoría de las víctimas murieron por quemaduras, asfixia, lesiones por impacto contundente o una combinación de esas causas. El desastre industrial, el más mortífero de la historia de la ciudad supuso la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en el País.
PUES BIEN, ese es el origen del Día Internacional de la Mujer que al paso de los años se ha ido transformando, y que en México, de varios años a la fecha se conmemora, en gran media, con episodios de violencia extrema por parte de grupos feministas que se suman a las marchas pacíficas, destruyendo todo a su paso, aunque vistos los resultados de la protección y justicia a las féminas, alguien podría decir que no es para menos. Y es que la desaparición de mujeres en este sexenio –el de Andrés Manuel López Obrador- se disparó 289 por ciento en comparación con la pasada administración de Enrique Peña Nieto, y el de niñas y adolescentes tuvo un alza de 307 por ciento de acuerdo con cifras oficiales, y que decir de los feminicidios donde Veracruz ocupa el primerísimo sitio o el segundo, pero no baja de ese desafortunado escalón, lo que pone en evidencia en los Gobiernos morenistas lo que menos importa son las mujeres.
SEGÚN LA plataforma del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (Rnpdno), del 1 de Diciembre de 2012 al 6 de Marzo de 2015 hubo 2 mil 401 mujeres desaparecidas y no localizadas, de las cuales, 859 eran menores de 0 a 17 años, mientras que en el mismo periodo, pero de esta administración (1 de Diciembre de 2018 al 6 de Marzo de 2022) se detalló que 6 mil 938 mujeres se encuentran en dicho estatus, de las cuales, 2 mil 643 son menores de 0 a 17 años de edad, esto pese a que López Obrador sigue culpando al pasado de semejante violencia, incapaz de atenderla como se debe en el propio. Y es que si comparamos las 2 mil 401 mujeres desaparecidas del periodo peñista con las 6 mil 938 de la actual administración, existe un alarmante incremento de 289 por ciento. El comparativo del periodo de Enrique Peña Nieto (859 menores desaparecidas y no localizadas), con el de AMLO (2 mil 643 menores en dicho estatus), arroja un alza de 307.68 por ciento de niñas y adolescentes que no han vuelto a casa. En el caso de las niñas y adolescentes desaparecidas, 10 Estados poseen el mayor número, entre otros Veracruz con 194.
EN ESE contexto, en materia de seguridad, igualdad y tratos hacia las mujeres, en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador hay avances, particularmente en los ámbitos legislativo y de impartición de justicia, pero francos retrocesos en la implementación de políticas públicas enfocadas a resolver los problemas que padecen, pues las estadísticas oficiales de seguridad muestran que no se han logrado generar condiciones de protección para ellas, pues los delitos que atentan contra su integridad siguen fuera de control. Salvo el secuestro, donde se redujo a menos de la mitad la incidencia y el homicidio doloso, que reporta una ligera reducción, los indicadores de violencia contra ellas son como eran antes o peor, esto es, van en aumento, como en el caso de feminicidio, homicidio culposo, lesiones dolosas y extorsiones. Además, las estadísticas del servicio de atención telefónica 911 de los últimos años registran un incremento de las llamadas de auxilio por parte de mujeres en situaciones de peligro.
POR ELLO este 8 de Marzo no es, precisamente, un día para celebrar, y menos cuando se tiene en cuentas que en 2021 registraron 1 mil 004 feminicidios en México, un 2,66 por ciento más que en 2020, lo que refleja la acuciante violencia machista en un País criticado por no atender la inseguridad que padecen las mujeres y por una elevada impunidad en la mayoría de delitos, a tal grado que la doctora en Derecho, abogada y activista Patricia Olamendi asegura que después de 40 años en el movimiento feminista, nunca había sentido tanta lejanía por parte del Gobierno. Y es que las cosas no han mejorado desde que llego AMLO a la presidencia. De esa manera, en 2019, el primer año completo de López Obrador en la Presidencia, el número de feminicidios fue de 973 y 978 en 2020, y el año pasado de 1 mil 004, pero 2022 no aparenta ser mejor, por el contrario, en Veracruz ese delito va al alza, con un 95 por ciento de impunidad.
SIN DUDA, hay avances en materia legislativa y judicial, pues se advierten importantes reformas para despenalizar el aborto, así como en materia de diversidad que ha beneficiado a la agenda de mujeres lesbianas, pues en varios Estados se ha reconocido en sus leyes el matrimonio igualitario. También en materia de paridad en todos los espacios, no solo en el Congreso de la Unión, lo cual ha traído como consecuencia mayor participación de mujeres como la paridad en todos los espacios, no solo en el Congreso de la Unión, lo cual ha traído como consecuencia mayor participación de mujeres en estadios de decisión política, aun cuando ello no ha tenido efecto en otros lugares como las empresas privadas, donde se ha empezado a cuestionar la paridad en todas las áreas, o los sindicatos, pero en materia de justicia y seguridad, los rezagos siguen siendo importantes, por lo que nuevamente habrá grupos que aprovechando esas circunstancias, las usen como pretexto para dar rienda suelta a la destrucción y violencia. Ojalá nos equivoquemos. OPINA [email protected]
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