Cínico viene de perro, y en la antigüedad «el término se aplicó figuradamente en griego a los filósofos de la escuela de Antístenes y Diógenes, defensores de la independencia intelectual y moral. Su significado evolucionó a ‘impúdico, descarado’, por comparación con el comportamiento de los filósofos cínicos». Es por ello que una pelea de cínicos, es también una pelea de perros. Primero el presidente López Obrador declaró en su mañanera que la masacre ocurrida en San José de Gracia, municipio de Marcos Castellanos, Michoacán, ha servido para descalificar a su gobierno: «Cualquier cosa que sucede como estos lamentables hechos le dan vuelo, hasta Calderón, cinicazo».
Por supuesto, Felipe Calderón no se iba a quedar callado, por lo que de inmediato le contestó al presidente vía Twitter: «Lo cínico, lo realmente cínico es mandarles abrazos a esos asesinos». Pero al parecer esa alusión a su política contra los delincuentes no le causa ninguna molestia al presidente de México, pues en esa misma conferencia López Obrador dijo que su política de «abrazos no balazos» seguirá vigente: «Estoy convencido de eso, lo que pasa es que lleva tiempo. Esto ya estaba, pero lo que estamos buscando es que los jóvenes ya no sean enganchados, quitarles a los delincuentes, ya definidos, quitarles a los jóvenes, que no tengan un ejército de reserva».
Pues mientras los delincuentes entienden esa política del presidente, seguimos escuchando de masacres y más masacres.
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