Apenas el fin de semana la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, con el afán de alinearse con el gobernador, a quien le debe el puesto inmerecido, declaraba que era una aberración derogar el delito de ultrajes a la autoridad. «Es aberrante que se derogue ese delito, es aberrante, la policía se va a quedar totalmente desamparada. Comparto con el señor gobernador (sus puntos de vista), la verdad es indignante lo que quieren hacer…. no es posible que muchos ciudadanos y abogados estén abogando porque se derogue ese delito. ¿Qué va a ser de la policía?».
La preocupación de Isabel Romero: «La policía se va a quedar totalmente desamparada», como si no hubiera quedado comprobado, en el caso de los 6 jóvenes detenidos en la plaza comercial de El Tejar, que fue la policía la que inventó historias, sembró pruebas, actuó de manera arbitraria sólo para proteger a Jorge Chávez, el particular de Éric Cisneros. ¿Por esa clase de policía es que se lamenta la presidenta del TSJ?
Afortunadamente la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobó de manera unánime derogar esa aberración con la que el gobierno de Cuitláhuac García pretendía seguir reprimiendo a la población veracruzana, particularmente a sus adversarios. ¡Qué papelón el de la señora Isabel Romero! Quedó desnuda de dignidad, mostrando su vergüenza, su esencia real. Quedó comprobado que ella es cómplice y palera de este gobierno corrupto.
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