Los reportes de las agencias informativas señalan que las personas que huyen de la guerra en Ucrania son en su mayoría mujeres, niños y adultos mayores. Un detalle que ha llamado la atención es que estas personas llegan a países como Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumania y Moldavia acompañados de sus mascotas. Estas personas entendieron que estos seres que ha sido parte de su familia no se podrían quedar a la intemperie de la guerra.
Otros, que no pueden huir de la guerra han optado por proteger a sus mascotas, incluso hay quienes ya tienen refugios para animales, pues no se les puede dejar en las calles en medio de la guerra. Andrea Cisternino, un exfotógrafo italiano que tiene un refugio para perros ha declarado: “No abandono a mis perros, mis animales. Yo también puedo morir aquí con ellos”.
Por cierto, México ya envió aviones a Rumania para rescatar a nuestros connacionales, pero mandó un previo aviso de que las mascotas no estarían permitidas en el viaje. Estaría bien que la Secretaría de Relaciones exteriores corrigiera, porque para muchos las mascotas son parte de la familia y no las van a abandonar.
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