Además, la postura rusa es muy clara al señalar que Moscú no permitirá que la OTAN conquiste territorios adyacentes que pongan en peligro la seguridad de Rusia. Por otro lado, llama la atención la postura mesurada de China, quien hasta el momento se ha mantenido con un perfil bajo.
En este contexto, México hace un llamado al diálogo y rechaza el uso de la fuerza. En el Vaticano, el Papa hace un llamado y pide detener esa locura. Ni hablar, cuando se agota la diplomacia y el diálogo y se da paso a la guerra, es seguro que todo mundo saldrá perdiendo.
