Dicen que el presidente de México es capaz de pedir a los gringos que nos devuelvan Texas, todo con tal de conseguir que los mexicanos se distraigan y dejen de pensar en la Casa Gris de su hijo en Houston. Desesperado porque todos los días en las redes sociales #JoséRamónLópezBeltrán es tendencia, el presidente de México busca la manera de distraer la atención hacia otra cosa. Es por ello que ya se peleó con Anthony Blinken, el secretario de Estado norteamericano al que acusó de injerencia.
Pero además llamó arrogantes a los del gobierno de Austria porque no le hicieron caso a su petición de que devolvieran el penacho de Moctezuma. Y para buscar más distracción el ministro Arturo Zaldívar, a quien quería prolongarle su estadía en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo puso a acusar al gobierno de Felipe Calderón por el caso de la Guardería ABC.
Todo le sirve al presidente para distraer la atención. Sin embargo, en las redes sociales no quieren soltar el tema de las casas en Houston, del conflicto de intereses, de los contratos con Baker Hughes, de la vida de lujos de Carolyn Adams, la señora esa que tiene dinero.
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