Es decir, por querer librarse de la responsabilidad de un acto imprudente, el prepotente Jorge Chávez desató una serie de acontecimientos que pusieron en evidencia la corrupción en la Secretaría de Seguridad Pública, la colusión en la Fiscalía de Veracruz, el contubernio en el Poder Judicial y la estulticia del gobernador Cuitláhuac García. No es poca cosa.
Señala Claudia Guerrero en su relato: «En el 2021, Jorge Alberto Chávez Méndez provocó un accidente de tránsito, golpeando un vehículo de un particular. Se comprometió a pagar y pasaron los meses, incumpliendo su responsabilidad. No contestaba las llamadas del afectado y fue omiso para pagar los daños del vehículo. En un restaurante llamado La Perla, ubicado dentro de una plaza comercial frente a la Central Camionera, en Xalapa Veracruz, la víctima por la omisión de este funcionario abordó a Jorge Chávez para exigirle el pago de los daños y éste, al verse evidenciado, llamó a la Policía, para nuevamente evadir su responsabilidad, alegando que lo querían secuestrar».
Algo debe de tener Jorge Chávez como para que le permitan seguir en un gobierno al que le causó tanto perjuicio. ¿De qué privilegios goza este funcionario que alguna vez fuera particular de Ricardo Ahued? Qué bueno que lo dejó ir.