A más de un año de la rifa del avión presidencial, muchos de los ganadores todavía no reciben los 20 millones de pesos del premio prometido. Se sabe que los directivos de algunas escuelas que obtuvieron uno de esos premios han sido extorsionados sin que la autoridad haga algo. ¿Sabe usted de quién fue la “estupenda” idea de la rifa del avión presidencial? Algunos medios apuntan a que el de la idea fue el empresario amigo del presidente, Daniel Chávez, dueño de Grupo Vidanta. Vale mencionar que en este momento los hijos de Daniel Chávez están siendo exhibidos por haberse prestado al montaje de la empresa que empleó al hijo de López Obrador.
Resulta que en un comunicado público el mismo Daniel Chávez confiesa que mediante una de sus fundaciones, compró 400 mil cachitos de la rifa del avión: «Estamos agradecidos por la oportunidad de haber comprado 400 mil cachitos de la rifa del Avión Presidencial. Lo hicimos a través de la Fundación Delia Morán Vidanta, los donamos en su totalidad a escuelas de zonas marginadas. Afortunadamente; ocho escuelas obtuvieron boletos ganadores y recibieron premios por 20 millones de pesos cada una. En total fueron 160 millones de pesos que se entregaron a los pobladores para remodelar sus instalaciones escolares y mejorar las condiciones de sus poblados».
Gastó 200 millones de pesos en la compra de esos boletos de Lotería, para obtener sólo 160 millones de pesos que dice se repartieron entre 8 escuelas. Seguro lo hizo por su gran altruismo, sin buscar nada a cambio. A poco de esa rifa el presidente lo nombró Supervisor Honorífico del Avance del Tren Maya; “honorífico”, sin sueldo, no sean mal pensados. ¡Ajá!
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