Al presidente Andrés Manuel López Obrador no se le pasaron los comentarios críticos que le hizo en días pasados la exdirigente sindical Elba Esther Gordillo. Cuando le preguntó Ciro Gómez Leyva sobre qué opinaba del gobierno de la 4T. La maestra señaló que veía una «educación abandonada, un sistema de salud desarticulado, unas confrontaciones que no ayudan a un país, donde la pluralidad y la democracia ha sido un sueño para todos los mexicanos». Aunque pasaron algunos días, el Ejecutivo federal sacó a luz el nombre de la maestra Elba Esther Gordillo, al decir que esta contribuyó al fraude electoral de 2006. Lo cierto es que la relación entre la otrora poderosa líder magisterial y el amo y señor de la 4T, no pasa por su mejor momento.
Si bien es cierto que la maestra no militaba en el fallido proyecto de RSP, es bien sabido que muchos de sus operadores, por “sugerencia” de ella, militaban en el proyecto que comandaba Fernando González Sánchez. Hoy, sin ninguna ficha que canjear y sin ningún proyecto de interés para el de Macuspana, Tabasco, la maestra dice que su regresó a la vida política podría darse, ya que, según sus propias palabras, «genio y figura hasta la sepultura».
Pues los que conocen de cerca al presidente López Obrador, saben que su interés es conocer los pormenores del fraude del 2006, donde precisamente la maestra Gordillo jugó un papel clave. Ya lo sugirió en una mañanera y hoy lo vuelve a decir. De modo que sólo depende que la maestra se anime a destapar la caja de Pandora. Aunque eso lo vemos muy difícil, ya que la maestra, durante el sexenio de Felipe Calderón, se despachó con la cuchara grande.
Comentarios