Juan David Castilla / Xalapa, Ver. México es uno de los principales emisores de metano en el mundo, un gas incoloro, inodoro y muy inflamable que contribuye al calentamiento global.
Las mediciones muestran que este país emite el doble de metano de lo que se estima oficialmente, revela el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), una organización no gubernamental, apolítica y sin fines de lucro que desde hace 28 años trabaja para la defensa del medio ambiente y los recursos naturales.
De igual forma, resalta la responsabilidad de mostrar una mayor ambición en la reducción de gases de efecto invernadero, para evitar daños al entorno ecológico.
México puede promover una transición energética gradual hacia las energías renovables tal y como lo están haciendo las economías más dinámicas de América del Norte, Europa, Asia y el Pacífico.
«Debemos comprometernos con la meta de alcanzar cero emisiones en los primeros años de la segunda mitad de este siglo, de igual forma como ya lo han hecho la casi totalidad de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de la que el país es miembro», expresan los representantes del CEMDA.
Consideran que México es un país privilegiado en cuanto a su potencial de impulsar las energías renovables. Por tal motivo, es posible hacer esta transición de una manera eficiente y efectiva para todos los ciudadanos.
La implementación de las regulaciones federales de metano permite también el control de contaminantes y compuestos tóxicos que afectan de manera directa a la salud de comunidades vecinas y deterioran la calidad del aire en las regiones donde se concentra la industria petrolera en nuestro país.
México tiene metas y compromisos nacionales e internacionales que debe alcanzar, como por ejemplo, llegar al año 2024 con 35% de energías renovables de acuerdo con lo que establece la Ley de Transición Energética.